29.5.04

CIERRA LOS OJOS (no pasa nada)

Los cambios siempre llegan de golpe. Bueno, no es necesario que se te atraviese un camión rojo y darse un frentazo (como Oto o como Ana), pero cuando los cambios llegan, lo hacen así: sin avisar y te toman por completo.

Tú no te lo imaginas. No tienes la mínima sospecha de que tu vida va a cambiar de entre 60 o 360 grados centígrados. No. Tú estás segura de que tu vida va a seguir así como está. Que te va a acompañar la misma gente, que vas a decir buenos días, buenas tardes y buenas noches en el mismo tono, que siempre vas a tomar café y tener esa pancita que siempre te incomoda pero por que nunca has remediado.

Y no es así.

Los cambios se lo llevan todo, o más bien, lo cambian todo. Lo giran, lo atajan, lo trastocan, lo retocan. Nada es igual. Y a nosotros, seres pequeños con ideas castañas, no nos queda más que adaptarnos, encontrarle de nuevo el sabor o degustar el nuevo sabor. Es cuestión de cerrar los ojos -por un segundo- y ver que no pasa nada.

Esto es sólo eso, un cambio.

26.5.04

LA PERPETUA REBELIÓN DE MAMÁ (ollas contra cabellera)

Mi madre es la dueña absoluta de su cocina; una, si acaso, puede ayudar lavando trastes pero hasta para eso hay ciertos requerimientos que deben cubrirse, pero eso es otro tema.

El caso es que mi madre, reina del lugar más pequeño y cálido de su casa, tiene una curiosa y perpetua rebelión con las ollas. Sabemos que está en la cocina porque el clink, clunk, clank, la delata. El escándalo metálico es su tarjeta de presentación.

Saca un sartén: clank, clank
Saca una olla: clink, clink
Saca un comal: clunk, clunk

Al golpeteo lo sigue, siempresiempre, un grito emitido furiosa, incivilizada y casiguturalmente, por mi padre. Así que entre el golpeteo y el grito (ambos recurrentes)los comensales terminamos con los nervios de punta, con las manos temblorosas y el estómago hecho nudo.

Cuando me cambié de casa pensé que iba a extrañar eso. Por supuesto, no fue así. Y ahora que cocino con más frecuencia, me doy cuenta de que para hacerlo no es necesario tanto clank, clink, clunk...

En mi casa, si acaso, una olla se golpea con otra
una vez a la semana (y se me hace mucho). Cuando ocurre, a la vieja usanza, levanto mis hombros, cierro mis ojitos y levanto mi pierna derecha por puritito reflejo, espero que llegue el barbárico grito y no llega. En menos de un segundo, el silencio, lo resume todo. Y no pasa nada.

No entiendo, no entiendo... La perpetua rebelión de mamá es un asunto sólo de ella.

24.5.04

LAS TRES (tener amigas así...)

La Una me escribe y me dice, ven, ven. Yo pago el boleto y luego vemos cómo nos arreglamos.
La Dos me dice, cuando Una dice algo así, es en serio. Ven, ven.
La Tres se entera y me dice, ¡sí! ven, ven... hay tres casas donde puedes dormir, comer y pasarla bien.

Yo, miro mis bolsillos y pienso: "si no tengo un quinto". Sé que ellas van a insistir. Y mis bolsillos tiemblan.

Las tres, las tres me quieren y me miman. Lindas, lindas ellas que me quieren raptar al DF unos días... (suspiro) tener amigas así...

21.5.04

PARA CONOCERLOS MEJOR (un vistazo al refri)

Si usted quiere conocerlos mejor tan sólo tiene que asomarse a su refrigerador. Encontrará, antes que nada, que es un moderno refrigerador negro de dos puertas, muy acorde con la formaica de la cocina.

Abrir la puerta de su refri es abrir la puerta de cada uno. Va a encontrarse con unos quince jugos de uva, envase tetrapak con popotito, eso le indicará que el niño que habita en esa casa tiene una pasión en cuanto a bebidas se refiere. Observará también unos cuatro jugos de mango o de piña, eso le indicará que la madre a su vez tiene obsesión porque el de cinco pruebe otros sabores.

Más adelante, entre la mantequilla y el queso, encontrará usted con regular frecuencia un platito con un poco de cereal y leche, resultado del desayuno o la cena anterior. El de cinco, cuando no puede más, dice que lo guardará en el refri para mañana. Vale decir que mañana la mamá lo verá y seguro lo sacará y se deshará de la leche y del cereal remojado. Mejor no hablemos de la discusión entre ellos cuando el de cinco se da cuenta que la de 30 desapareció su platito con restos de cereal.

En este refri hay dos tipos de yogurt. Uno es natural de Yoplait y otro de fresa llamado Yopli. La dueña del Yoplait pocas veces prueba el Yopli, pero el dueño del Yopli (cuando se ha terminado el suyo, lo cual es siempre común) le entra al Yoplait con facilidad, especialmente si hay fruta involucrada.

Así como puede encontrarse restos de cereal, usted puede encontrarse restos de té helado, un vaso a medio terminar en la puerta del refri es indicativo que alguien estuvo tomando té helado la noche anterior, no se lo terminó y le dolió el codo tirarlo. Se guarda en el refri para acompañar el desayuno o el almuerzo.

Hay bolonia, queso amarillo y queso blanco, queso philadelphia (cuando se puede dar el lujo), muchos limones y pepinos (la de treinta es fan). También hay leche, aderezos para ensaladas (rockefort e italiano), siempre hay tuppers depositarios de algún guiso rico enviado por la madre y la abuela de los inquilinos: pay de mole, frijolitos, crema de espinaca... nunca falta.

En el congelador nunca faltan: nuggets de pollo, papas a la francesa, hash browns y waffles (ah porque están estrenando tostador). Se observa de esta manera la intensidad del antojo de estas dos personas.

No, aquí no hay queso gruyere, ni salami, con suerte a veces hay jamón. Su canasta básica es a la vez básica y divertida.

20.5.04

LOS SABORES DE LA EDAD ( lo bueno que no soy fenilcetonu... qué?)

He descubierto que con la edad además de las arrugas, los bochornos y la pancita, llegan también los sabores, otros sabores.

El adulto joven contemporáneo usa sacarina, toma leche y/o crema descremada (helloouuuuu?) o crema agria y todo lo que compra tiene sigla non-fat o sugar free Nieve sin carbohidratos, bistec ranchero con poquitísima sal, café con nutra-sweet... Menos huevo o huevo sin yema. Poco aceite o pollo al vapor. ¿Gorditas? ¿Tostadas? ni-ha-blar.
¿Hay algo peor?

Aunque uno trate de ignorar estos asuntos nada dulcificantes o edulcorantes (no sé qué significa pero siempre había querido usar la palabra) tomar Horchata Don José sin ponerse a pensar en el montón de calorías en cada traguito es muy difícil. Es más, no se puede. A la mitad de la botellita yo corro a echar un poco en un vaso y agregarle agua para rebajar y hacer menos dura mi penitencia.

El problema aumenta cuando voy al sushi, sí es más ligerito que cualquier otra comida pero el Kakiague roll DEBE, para mí, tener litros de salsa de anguila (esa salsa dulcecita mmhh!) para que tenga sentido. Y la gente, el adulto joven contemporáneo me mira, me cuestiona, me hace sentir que lo que estoy haciendo está mal, VERDADERAMENTE mal. Y me almuerzo mi Kakiague agachadita, sin hacer mucho barullo, y le echo más agua a mi Té helado para que no esté tan dulce y sentirme menos peor.

¡Oh Dios!, ¿azúcar o no azúcar?, that is the question.

13.5.04

LO QUE SE EMPIEZA, SE ACABA (filosofía de cinco)

Se fue a la playa, con sus abuelos. Dos días de sol, mar, arena, freezby, sandwiches de atún y muchas conchitas. Nadó, caminó, recolectó, enterró...

Y lo llevaron a una cueva, cerca del mar, una desas cuevas típicas en San Carlos donde al primer tropiezo: raspón y al agua. Not him. Juanantonio se metió en la cueva, escaló, trepó, avanzó. A la mitad del camino al abuelo casi le da un síncope... "niño, regresa, te vas a lastimar, vuelve, vuelve" y el de cinco presa de una filosofía que no heredó de nadie contestó: "no, lo que se empieza, se acaba" y continúo su camino.

El domingo llegó a mis brazos completamente ileso y bronceado. Con una pequeña moquera y el silencio de quien no sabe cómo comenzar a platicar la gran aventura del fin de semana.

Lo abrazo, lo amo. Disfruté su ausencia, lo admito, pero no tanto como su presencia. Su pequeña forma de decirme: "todo está bien, mamá".

Y de pronto es 10 de mayo y no pienso más que en el privilegio de ser su jefita chula.

11.5.04

GANAMOS (miauuu!)

Primer Lugar en el Concurso de Cuento Cristina Rivera Garza. Buen momento para agradecer de nuevo a los manueles, al hijo por dormirse temprano y dejarme escribir. Y a Cristina R.G. porque su novela nueva me obligó a escribir un cuento nuevo para poder leerla de manera gratuita. Ji ji.

4.5.04

¿GANAMOS? (la curiosidad mata al gato)

Ayer por la tarde Luis Torres del ITESM Campus Toluca me pide en un correo que URRRGENTEMENTE le llame. Le llamo y me felicita dos veces, "ganaste", dice. ¿Gané? ¡Qué bien! El cuento Gatos escrito por la que aquí suscribe, revisado y editado por manuel ll. y manuel m. ganó en el Concurso de Cuento Cristina Rivera Garza. ¿Ajúa?

La cosa es que no sé qué lugar gané, no sé si gané 1000, 500 o 300 pesitos porque Luis no soltó la sopa. Que es sorpresa y que vaya a recoger el premio mañana 5 de mayo. Chale. No poder presumir la noticia completa. Así que sólo puedo decir:
Ganamos algún lugar...

Seguiremos informando.